Paraíso Perdido: lecturas extremas para lectores
audaces
Antonio Marts, originario de Guadalajara, es diseñador
gráfico, editor y escritor. Textos y traducciones suyas han sido publicados en
suplementos culturales, periódicos, revistas literarias y antologías. Su
trabajo poético se encuentra editado en los libros Antes de estar (1998) y La memoria, el eco (2004).
Fue editor de la revista de literatura La Voz de la Esfinge, con 21
números publicados, que recibió en tres ocasiones la beca del programa Edmundo
Valadés para revistas independientes. Actualmente es coordinador general de la
editorial Paraíso Perdido; su catálogo, cuenta con más de 90
títulos publicados de autores mexicanos y extranjeros, en español y en
ocasiones en ediciones bilingües.
Noctámbulos tiene
el honor de presentarles la entrevista realizada a este editor mexicano para
que nos comente acerca de la situación actual de las editoriales independientes
en México.
¿Cómo fue que surgió Editorial Paraíso Perdido y
cuál ha sido tu trayectoria hasta ahora?
Paraíso Perdido nace en 1998 como proyecto de un
grupo de amigos que tenían la idea de apostar por el talento literario
joven de México. Poetas y narradores, nóveles principalmente, vieron primeras
publicaciones bajo nuestro sellos. Después cada quien apostó por sus proyectos
personales y por tanto se tuvo una pausa de varios años. A finales de 2012
editamos un libro realizado a 4 manos entre la ilustradora Diana Martín y el
escritor Rafael Villegas que marco el regreso del proyecto. Decidimos
enfocarnos para esta segunda época a la narrativa, al libro ilustrado, a la
narrativa gráfica y la idea es comenzar también a editar libros un poco más
experimentales, híbridos. La apuesta ahora es no sólo publicar autores de la
ciudad de Guadalajara, sino comenzar a ser una opción para autores de todo el
país. Hemos ganado presencia en cuanto a distribución. Y buscamos honrar de la
mejor manera nuestro lema: lecturas extremas para lectores audaces.
¿Cuál crees que es el estado actual del mundo
editorial en los países de habla hispana a partir de tu experiencia con
Editorial Paraíso Perdido?
Fuera de los grandes consorcios trasnacionales, que
me parecen se deben mirar aparte, el panorama es variado e interesante, hay
proyectos fuertes que además han sabido adaptarse a las circunstancias, pienso
por ejemplo en Sexto Piso, Eterna Cadencia, Caja Negra, Impedimenta, Libros del
Asteroide, Periférica, Herder y otros tal vez más incipientes o sin tanta proyección
mediática pero de gran calidad como Mangos de hacha, Atrasalante, Mantis
editores, Almadia. Creo que todos estamos buscando un espacio para nuestra
propuesta y en la medida que seamos creativos y hagamos un catálogo interesante
podremos ir creciendo en cuanto a posibles lectores.
¿Cuál sería la diferencia entre una editorial
independiente y otra que no lo es?
A mí el término independiente me da un poco de
comezón, pero en esencia la palabra independencia aplicada al mundo editorial
más que tener que ver con una línea editorial la veo como la posibilidad de
cada editorial de generar por si misma los recursos para continuar con el
proyecto. Para mí las editoriales, o aquellas empresas de servicios editoriales
que funcionan gracias a que sus autores patrocinan sus propios libros no pueden
ser independientes, y esto es por citar un ejemplo. Prefiero pensar que hay
editoriales con una propuesta alternativa o particular que buscan salirse del mainstream o de la venta fácil del
libro, que tratan de conservar esta idea de búsqueda de opciones de lectura un
poco más exhaustivas para esos lectores inconformes y audaces que sí, existen.
¿Cómo ha sido trabajar en el campo independiente en
México?
Creo que por un lado hay miedo de emprender
cualquier negocio y más uno del tipo editorial. Por lo general, a menos que se
haya nacido en el seno de una familia comerciante o emprendedora, escuchamos a
nuestro alrededor que un negocio como los libros en México es tirar el dinero a
la basura. Nuestra educación en general no nos enseña a salir de la zona de
confort, tampoco digo que sea fácil, pero hay que salir a picar piedra, buscar,
y sobre todo en el caso de la edición publicar aquellas obras que realmente te
gusten de lo contrario no puedes vender algo en lo que no crees. Lo que veo en
los últimos tiempos es que hay una apuesta en muchos editores por la
profesionalización, por jugar con las reglas del juego aunque no nos agraden
del todo. Creo que poco a poco nos hemos vuelto conscientes de la necesidad de
crear una industria que nos sostenga no sólo a los editores, también a los
autores, diseñadores, correctores, promotores e involucrados en este medio.
Puede que en la Ciudad de México lleven delantera, pero en el resto del país
ahí vamos, poco a poco, pero avanzando.
¿Cómo es la recepción y relación de los proyectos
editoriales independientes entre países? ¿Crees que existe suficiente contacto?
Debería de ser más amplia, pero creo que las
distancias encarecen el intercambio y distribución de libros, en particular
para las economías latinoamericanas es caro, y tal vez ha faltado sumar
esfuerzo para que varios editores se unan y pueden resolver este escollo. Las
ferias como la de Guadalajara han funcionado como semillero para el contacto
entre editores, sin embargo no todas las editoriales han logrado consolidar
estos intercambios.
¿Has encontrado apoyo (privado o
gubernamental) para editoriales independientes?
Me parece que los apoyos cuando no son por
concurso, dependen mucho de la manera en que se plantean, en particular que el
tema o el planteamiento pueda ser del interés de la institución o empresa.
También tienes que elegir que batalla pelear, aprender a discernir qué
proyectos le puedes plantear a que institución sin menoscabo, por así decirlo,
de la independencia de la que hablamos en una de las primeras preguntas.
¿Desde tu perspectiva, qué editoriales mexicanas te
parecen más interesantes o han ganado mayor relevancia?
Hay bastantes, algunas ya las mencioné, actualmente
me gusta el trabajo de Mangos de hacha, Mantis editores, Atrasalante,
Cuadrivio, An.alfa.beta, La cifra, Acapulco, Impronta, Alias, Nitropress,
Arlequín, Vaso roto, 27 editores, en algunos casos por la propuesta, en otras
por los autores otras es la edición lo que enamora. Estas son algunas que
recuerdo, pero seguramente hay muchas más de las que seguramente me estaré
acordando una vez que esto se publique.
¿Cuáles son los mayores desafíos actuales para las
editoriales independientes?
En primer lugar profesionalizarse, es decir dejar
de ver la edición como un grupo de amigos que se juntan por hobby. Hay que
invertir, planear, pagar sueldos, pagar diseño, corrección, distribuir y sobre
todo respetar a los autores, eso es lo más importante. Aunque se trata de un
autor que este iniciando su carrera por alguna razón decidiste publicarlo, no
se vale prometer que la obra será vista por muchos, los editores debemos buscar
la manera en que su trabajo también sea retribuido. Otro asunto que tal vez
hemos descuidado o dejado en otras manos es la de crear público. A veces
pensamos que esto se trata sólo de que el libro salga de la imprenta y no es
así, si nadie sabe de él no será extraño que no se lea y por tanto que no se
venda. Por supuesto también podemos mencionar los problemas inherentes a
nuestra economía, pero creo que eso ya lo demos por descontado.
¿Cómo funciona la selección y el criterio para
escoger a los autores en Paraíso Perdido?
El consejo de dictaminación de la editorial está
conformado por tres lectores a los que me sumo yo, todos con diferente
formación y gustos literarios. En algunos casos invitamos a algún autor a que
nos proponga alguna obra y en otros ellos nos contactan directamente. También
recibimos mucho manuscrito a través de la página de Facebook o el sitio en
internet. El primer criterio es que los textos enviados vengan bien
presentados, escritos de manera coherente, en lo posible sin faltas de
ortografía, desde ahí ya hay un primer filtro, enseguida que el tema encaje en
nuestra línea editorial, que se enfoca principalmente en lo urbano, pero que
cuenta con toques de ciencia ficción, género negro, fantasía e incluso es a
veces un tanto experimental. Pero la cuestión básica es que la obra nos
guste.
Como
editorial, ¿qué opinas sobre la tendencia del libro digital?
Siento que ha bajado el boom del libro digital en
cuanto a lo literario. Y también siento que en México al menos no ha terminado
de crear un mercado similar al del libro impreso. No creo que se trate
solamente de nostalgia, creo que también tiene que ver con que aún nos cuesta
usar la tableta, la computadora o incluso el teléfono inteligente para
leer. Es complicado pensar que alguien va a leer en el camión con su lector
electrónico con la confianza de hacerlo con plena seguridad. Pensamos que en
cambio un libro a nadie le interesa robarlo, o a casi nadie. Pero que haya
bajado esa emoción inicial no se contrapone a que día con día hay más títulos
disponibles y a las editoriales nos interesa que nuestro catálogo también esté
disponible en ese formato. Es una opción para cruzar las fronteras físicas
entre países.
No se pueden perder la presentación de uno de los
libros de esta editorial. Continuum, Una novela sobre Héctor G.
Oesterheld de Édgar Adrián Mora, se
presentará en nuestro ciclo Noctámbulos, el viernes 26 de febrero a las 19:00
horas.
Acompañarán
al autor el escritor Iván Farías y el editor de Paraíso Perdido Antonio Marts
Te
esperamos en Centro Cultural Bella Época: Tamaulipas 202, esquina con Benjamín
Hill, colonia Hipódromo Condesa
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