Estamos
listos para el próximo viernes 1 de febrero, fecha en que volveremos a sesionar
en el Centro Cultural Bella Época. Iniciaremos con un estupendo recital de
música barroca a cargo del Ensamble Speculum Amoris, llamado “De la fe y las
pasiones. Cantos de amor divino y profano del Renacimiento al Barroco”. Ya les hemos referido en este blog información de estos estupendos artistas, pero
con el fin de que los conozcamos a fondo, publicamos esta
semblanza de la mezzosoprano Ileana Ortiz y de Roberto González, intérprete de guitarra
barroca, laúd y tiorba:
—¿Cómo
se dio la integración del Ensamble?
—El dúo surgió de una forma muy peculiar —responde
Roberto—. Tenemos amigos en común dedicados a la música antigua; al conocernos,
Ileana me invitó a participar en el Coro Virreinal “Rita Guerrero”
(anteriormente llamado Coro de la Universidad del Claustro de Sor Juana). Fuimos
compartiendo gustos musicales y nos sorprendió notar que nuestra forma de
trabajo era muy similar. Así, comenzamos a reunirnos para hacer música, la cual
fluyó extraordinariamente bien y en menos de seis meses ya teníamos un programa
completo.
—¿De
dónde surge el nombre?
—Quisimos nombrar nuestro ensamble con algún
nombre o frase que remitiera a alguna época pasada. Dimos entonces con el
título de una producción discográfica de música antigua: Speculum Amoris
(espejo de amor, en español). Creemos que existen diversos matices cuando uno
habla sobre el amor y, así como podemos apalabrarlo en el presente, músicos y
poetas a través de los siglos dedicaron obras completas a ello. La música con
la que nació este ensamble es justamente eso: la interpretación de piezas de
amor divino y profano. Nos gusta pensar en la delgada línea que los separa y el
nombre lo refleja muy bien: un espejo que refleja lo que cada quien quiera
interpretar y sentir.
—¿Qué opinan del panorama musical de
México actualmente?
—México es un país muy rico en muchos sentidos
y nuestro patrimonio musical no es una
excepción. Hasta hace algunos años uno tenía que buscar espacios que exploraran
la música anterior al Romanticismo. Ahora estamos viviendo un auge, una
oportunidad única de intercalar música conocida con recientes hallazgos; aquí
nosotros nos referimos especialmente a la música antigua. Es un privilegio que
cada vez más investigadores y músicos se interesen por el repertorio
novohispano y nacional, por ejemplo.
”En la medida en que existan más espacios y
sean usados con una mayor oferta cultural, habrá una mayor demanda. El público y
los intérpretes entonces dejarán de ser una minoría. Para ello, los músicos
debemos buscar, así como los patrocinadores e instituciones culturales, una
visión más amplia y menos elitista. La burocracia cultural sólo puede
desaparecer si creamos un círculo de apoyo: compromiso de parte de los artistas,
motivación económica de parte de quienes impulsan los proyectos, una difusión
que llegue a más sectores del país…”
—Por favor, háblenos de su predilección
por la música barroca como intérpretes
Roberto: En
mi caso, siempre he tenido una enorme atracción por la música barroca. Desde
antes de contar con los instrumentos “adecuados” ya buscaba transcripciones
adaptadas a la guitarra, instrumento en el cual me titulé. Fue con el paso del
tiempo y conociendo a las personas dedicadas a este ámbito, que pude aprender y
abordar este género.
Ileana:
Llegué a la música sin haberla estudiado profesionalmente (en un conservatorio,
por ejemplo). Rita Guerrero, gran amiga y maestra, fue quien me abrió las
puertas a este repertorio tan poco explorado en México. Verla trabajar y poder
cantar a su lado fue una de las mejores enseñanzas y motivaciones que aún llevo
conmigo. Y si algo tiene la música barroca, es alma. Una gran fuerza retórica
que teje texto con música y que es muy gratificante, como cantante, poder
expresar al público.
—¿Cuál ha sido su experiencia más
satisfactoria en el terreno musical hasta ahora?
Roberto: Siempre he dicho que la
música es tan noble que te da el lugar, el espacio que requieres. Gracias a la
música, he tenido oportunidad de conocer y trabajar con gente maravillosa, de
viajar, de realizarme personal y profesionalmente. Nombrar una experiencia es
muy difícil. Tal vez (y sólo tal vez) el hecho de conocer a gente tan humilde y
extraordinaria.
Ileana: Alguna vez llevamos el
Stabat Mater de G.B. Pergolesi a una iglesia en Iztapalapa. Era domingo de
ramos y la gente estaba formada para bendecirlos. No tenían idea de que
cantaríamos ahí, por lo que cuando nos acomodamos en el altar nadie se sentó ni
dejó sus rezos. Comenzamos a cantar y pude ver lágrimas en los ojos de algunos
fieles. No éramos nosotros sino lo que la música despertaba en ellos. No puedo
describir lo que sentí, pero recuerdo claramente la gratitud en su mirada.
—¿Qué
podrá esperar nuestro público de la presentación del 1 de febrero?
—Esperamos que puedan hacer un viaje musical
y emocional a nuestro lado. Que dejen de pensar por un momento en el mundo que
está más allá de la puerta y que juntos construyamos uno mejor. Quizá, después,
nos podamos encontrar de nuevo para seguir compartiendo este repertorio.
Sigan a Ensamble Speculum Amoris en Facebook y conózcanlos en persona el viernes 1 de febrero, a las 19:00 horas, en Noctámbulos, espacio de encuentro del
Centro Cultural Bella Época (Tamaulipas 202, col. Hipódromo Condesa). Entrada
libre.
Imágenes proporcionadas por Laura Fernández, de Edu Mus & Gestión
Imágenes proporcionadas por Laura Fernández, de Edu Mus & Gestión
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